La valoración y la valorización inmobiliaria, son unos indicadores importantes de analizar, al momento de realizar el estudio de una inversión, y más cuando el activo financiero es una cartera hipotecaria.
Este indicador juega un papel muy importante dentro del proceso de garantía, pues ésta crecerá en la medida en que la valorización se sostenga o aumente positivamente, año tras año.
Para efectos de nuestra Cartera, la Valorización Inmobiliaria tiene efecto en dos sentidos. 1- Como ya lo dijimos, entre mayor sea la tasa de valorización del inmueble, mayor va a ser la cobertura del riesgo; y 2- Al incrementarse la tasa de valorización del inmueble, también se incrementará el capital de riesgo del deudor. En otras palabras, si aumenta el valor real del inmueble, en esa medida aumenta la capacidad de recuperación del dinero, protegiendo por esta vía los intereses de los Inversionistas. Así mismo, al aumentar el valor del inmueble, el deudor enfrenta una pérdida mayor, si se le ejecuta jurídicamente la garantía. Este factor lo presionará constantemente al cumplimiento de su obligación hipotecaria.
Para la elección de los inmuebles en cuya financiación participamos, tomamos en cuenta entre otros elementos de juicio para aceptarlos, los siguientes. 1- Ubicación del inmueble. 2- Comparación del valor por metro cuadrado que corresponda a la zona. 3- El estado general de conservación y los años de construido. 4- La vetustez, que se refiere al buen o mal paso del tiempo y su grado de mantenimiento y remodelación. 5- Características generales del condominio o edificio, así como su amueblamiento y canchas, gimnasio etc., y su estado general de conservación.
De esta manera establecemos: 1- Que el inmueble presta garantía suficiente a largo plazo; y 2- Que la comercialización es positiva, en caso de retoma.
Pasando al análisis del comportamiento de la valorización, al ser esta inversión de largo plazo, se puede plantear el interrogante sobre la exposición a un potencial ciclo de auge y caída en los precios del mercado, pero históricamente la valorización, es en definitiva, un indicador tradicionalmente positivo.